quinta-feira, 8 de outubro de 2020

DE 'CORPO MANSO LOUCURA BRANDA' POR ELISABETH MORÃO

Judas: La letanía de un cuerno


Me contemplas
A través de las vísceras malvadas
De los celos y del odio
De tu boca se refleja
El ácido y corrosivo malestar
De quien tan solo posee
A su vil esclava y amante
Me contemplas
Y es como si nunca hubieras visto
La furiosa libertad
La indomable bondad
De la que ya no te ama
Se acabó todo
Se murió
Llegó a su apogeo
Este miserable sentimiento
Que te empeñas en llamar amor
¡Amor! Francamente
Lo tuyo es demencia
Cómo pudiste confundir
Esta obsesión con un esbozo de emoción
¿Emoción?
Qué gran palabrón
En la mente de quien nada siente
Sino este odio contundente
Como una navaja cortante.
Te creías que no viviría sin ti
Que todo mi ser se derruía
Innoble, vil criatura
De cada golpe proferido
Guardo un sabor indecible
De todas las cicatrices
Que exhibo
Como trofeos de meretrices
Te creías que no viviría
Que nunca más la vida me sonreiría
Mi amor, si te amé
Fue por equivocación
Regresa a tu vida magnánima
Yo soy la heroína
Aunque condenada
En el palco de mi vida
Solo se quedan los malamados.


La apnea


Lo que me agobia
No es sino la propia vida
La vida a la que aspiro
La vida que no vibra
La vida que no vivo
La vida que me preña
De todos los temores
Latentes sinsabores
Constantes y duros dolores
Por ser intensa y magra.

Lo que me agobia
Ni lo sé, ni lo puedo saber
No es miedo a la muerte
Angustia o amarre
Aquel que puse
Alrededor del poema
Que intento degollar
Inmunda estratagema
De la cobarde poeta
De la rendida esteta
Puta de sus valores
Sierva de sus amores
Lujuria siempre triste.

Soy la meretriz
Yo que un día canté
Al son de los trovadores
Oasis de mis cielos
Soy la meretriz
Asumida y revuelta
Que espera que perdones
Su ahogo de la vida.


Del abismo donde te espero


Saber que la oscuridad donde siempre camino
Ilumina la tuya, con un toque de ternura
Donde se esperan tinieblas
Donde nadie busca
Donde reside el amor
Verdadero y puro
Pues es en las sombras y el dolor
De toda amargura
Donde se esconden los seres
Intensos e impuros
Que aman con placer
Que sueñan en blandura
Y te alzan en brazos
Rehenes de su locura.

© Del texto: Elisabeth Morão
© De la traducción: Xavier Frías-Conde